2017/11/20

Jugamos a ignorarnos, hasta que la vida nos puso de frente

IGNORAR, del verbo "hasta que la vida nos pone de frente." 

Sirva el mensaje para cualquier tipo de relación humana. 

La vida, esa que  dicen que da tantas vueltas.
Esa que te marea cuando pierdes el norte.
La misma que te permite poner cada cosa en su sitio.

Esa vida que dicen que con el tiempo todo se cura. 
No, no ni hablar. 
El tiempo no cura nada.
Somos nosotros los que decidimos curarnos.
Los que decidimos colocar cada cosa en su sitio, en su lugar, en su espacio... 

Es ubicuidad de la trascendencia que damos a cada cosa, a cada persona. 
La vida, esa que nos enseña a priorizar, a reconstruir una vez tras otra la escala de valores.
Nuestros valores en función de nuestras emociones y nuestro aprendizaje.

Tu vida. Ese tiempo en el que vives porque te desvives. 
Ese espacio transitorio de un tiempo caduco.
Esa suma de momentos intangibles que abrazas cuando todos piensan en la suma de lo tangible.

Vivir detrás de la ignorancia... ¡¡qué ilusos!!
Y así, pues no, no ni hablar. 
Así no, y punto.


VIVIR con todas las consecuencias de convertirnos en coleccionistas de historias... nuestras historias. 

Y jugamos a ignorarnos... hasta que la vida nos puso de frente

No hay comentarios:

Publicar un comentario