Dicen que el tiempo pone a cada uno en su lugar, a cada reina en su trono, a cada payaso en su circo y cada fantasma en su castillo. Pues bendita alianza la del tiempo, el mejor atleta invicto en carreras a contrareloj, dejandonos cada día el eco en nuestro interior de otro día más fuera de nuestro alcance y la del karma el mejor justiciero impartiendo sentencias. Ayer pude degustar de forma inesperada, como estos dos hacían su trabajo con alguien que dejó mi autoestima golpeada por un gran boxeador. Su arrogancia.y prepotencia.
Soy humana, lo siento no puedo negar mí satisfacción personal. A ver si nos damos cuenta que la belleza es efímera, que los años no corren, vuelan y no es justo lastimar a las personas porque somos tan ciegos que solo nos detenemos en lo superficial olvidando así mirar en su interior, en su esencia
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