2014/01/29

EL MIEDO A ESTAR SOLO 


No se enfada, en realidad te tiene miedo.
Y para ocultar ese miedo tiene que proyectar ira.
La ira siempre es para ocultar el miedo.
…La gente emplea todo tipo de estrategias.
Hay personas que reirán para poder detener sus lágrimas.
Al reír olvidarás, ellos olvidarán…
y las lágrimas pueden permanecer ocultas.
Con la ira, sus miedos permanecen ocultos.
Simplemente te estoy ayudando a abrirte en todas las dimensiones,
aun cuando sientas que van contra las ideas
que has sostenido hasta ahora.
Incluso así, estarás disponible para dichas ideas,
porque es una oportunidad para juzgar si lo que has estado
pensando está bien o no.
Es un momento dorado aquel en el que se te aparece
algo contrario a tus ideas, a tus pensamientos,
que hasta ahora has considerado racional.
Pero si realmente lo son, entonces,
¿por qué temer?
Es el miedo el que mantiene cerradas a las personas.
No pueden oírte… tienen miedo de oír.
Y realmente su ira es el miedo del revés.
Solo una persona llena de miedo se encoleriza de inmediato.
Si lo hace, podrás ver su miedo.
La ira es una tapadera.
Al estar enfadado intenta hacer que sientas miedo:
antes de que te hagas una idea de su temor,
trata de provocarte miedo.
¿Ves la simple psicología involucrada en ese acto?
No desea que sepas que tiene miedo.
La única manera de conseguirlo es causándote temor;
entonces se siente completamente relajado.
Tú tienes miedo y él no…
y no hay nada que temer en alguien que tiene miedo.
Su ira es un esfuerzo para engañarse.
No tiene nada que ver contigo.
Pero la ira sencillamente muestra miedo;
recuerda siempre que la ira es el miedo boca abajo.
Detrás de la ira siempre se oculta el miedo;
es la otra cara de la ira.
Siempre que sientas miedo, el único modo de ocultarlo es encolerizándote, ya que el temor te dejará al desnudo.
La ira creará un telón a tu alrededor,
detrás del cual te puedes esconder.

REBECA,..
Para mí, la cosa más importante en este mundo
no es dónde nos encontramos
sino el rumbo al que nos dirigimos.
Para llegar al puerto del paraíso
a veces tenemos que navegar a favor del viento
y a veces en contra,
pero debemos navegar
y no ir a la deriva y tampoco estar anclados. 
El poema de la cebra.


“Le pregunté a la cebra,

¿Eres negra con rayas blancas?

¿O blanca con rayas negras?

Y la cebra me contestó,

¿Eres bueno y a veces te portas mal?

¿O malo y a veces te portas bien?

¿Eres ruidoso con momentos de silencio?

¿O silencioso con momentos ruidosos?

¿Eres alegre con algunos días tristes?

¿O triste con algunos días alegres?

¿Eres ordenado con algunos descuidos?

¿O desordenado con alguna organización?

Y así siguió y siguió

Una y otra vez.
No vuelvo a preguntarle a una cebra

Sobre sus rayas

Nunca”
-Sheldon Allan Silverstein-
Si yo se que tú eres
y tú saben quién soy
quién va a saber quién soy yo,
cuando tu no estés...!!
Si nos acostumbramos a deambular entre las sombras
hasta nos puede molestar la intensa claridad..!
El Rey Ciclotímico
Había una vez, un rey poderoso que reinaba un país muy lejano.
Era un buen rey.
Pero el monarca tenía un problema:
era un rey con dos personalidades.
Había días en los que se levantaba exultante,
eufórico,
felíz.
Ya desde la mañana,
esos días aparecían como maravillosos.
Los jardines de su palacio,
le parecían más bellos.
Sus sirvientes, por alguna extraña razón,
eran amables y eficientes esas mañanas.
En el desayuno confirmaba que en su reino,
se fabricaban las mejores harinas
y se cosechaban los mejores frutos.
Esos eran días en los que el rey, rebajaba los impuestos,
repartía riquezas, concedía favores
y legislaba por la paz y el bienestar de los ancianos.
Durante esos días,
el rey accedía a todos los pedidos de sus súbditos y amigos.
Sin embargo,
había también otros días;
días negros. Desde la mañana,
se daba cuenta de que hubiera preferido dormir un rato más,
pero cuando lo notaba,
ya era tarde y el sueño lo había abandonado.
Esos días,
se esforzaba por comprender
porqué sus sirvientes estaban de tan mal humor
y no lo atendían bien.
El sol molestaba aún más que las lluvias.
La comida estaba tibia y el café demasiado frío.
La idea de recibir gente en su despacho,
le aumentaba su dolor de cabeza.
Durante esos días, el rey pensaba en los compromisos
contraídos en otros tiempos
y se asustaba pensando en cómo cumplirlos.
Esos eran días en que el rey aumentaba los impuestos,
incautaba tierras, apresaba opositores....
Temeroso del futuro y del presente,
perseguido por los errores del pasado,
en esos días legislaba contra su pueblo
y su palabra más usada era No.
Consciente de los problemas
que estos cambios de humor le ocasionaban,
el rey llamó a todos los sabios,
magos y asesores de su reino a una reunión.
Señores- les dijo- todos ustedes saben
a cerca de mis variaciones de ánimo.
Todos se han beneficiado de mis euforias
y han padecido mis enojos.
Pero el que más padece soy yo mismo,
que cada día estoy deshaciendo lo que hice en otro tiempo,
cuando veía las cosas de otra manera.
Necesito de ustedes, señores,
que trabajéis juntos para conseguir el remedio,
sea brebaje o conjuro que me impida
ser tan absurdamente optimista
como para no ver los hechos,
y tan ridículamente pesimista
como para oprimir y dañar a los que quiero.
Los sabios aceptaron el reto
y durante semanas trabajaron en el problema del rey.
Sin embargo, todas las alquimias,
todos los hechizos y todas las hierbas,
no consiguieron encontrar la respuesta al asunto planteado.
Entonces se presentaron ante el rey y le contaron su fracaso.
Esa noche el rey lloró.
A la mañana siguiente,
un extraño visitante le pidió audiencia.
Era un misteioso hombre de tez oscura
y raída túnica que alguna vez había sido blanca.
-Majestad- dijo el hombre con una reverencia-
del lugar donde vengo se habla de tus males y de tu dolor.
He venido a traerte el remedio.
Y bajando la cabeza, acercó al rey una cajita de cuero.
El rey, entre sorprendido y esperanzado,
la abrió, buscó dentro de la caja
y lo único que encontró fue un anillo.
-Gracias- dijo el rey entusiasmado-
¿es un anillo mágico?
-Por cierto lo es-respondió el viajero-,
pero su magia no actúa sólo por llevarlo puesto en el dedo...
Todas las mañanas, apenas te levantes,
deberás leer la inscripción que tiene el anillo,
recordar esas palabras cada vez que veas el anillo en tu dedo.
El rey tomó el anillo y leyó en voz alta:
" Debes saber que ESTO también pasará."
*La ciclotimia es una enfermedad que afecta el estado de ánimo en el cual pasas de tener síntomas depresivos (ansiedad, irritabilidad, trastornos del sueño es decir duermes poco o en exceso, problemas con la comida nuevamente o sea dejas de comer o comes en exceso, tienes sentimientos de culpa, de inutlidad, ves todo de manera negativa, ideas de muerte o sea ideación suicida que puede derivar en intentos de suicidio u homicidio) a tener síntomas de hipomania (la hipomanía se refiere a un estado que estás feliz sin tener realmente motivos, aumento grande en tu autoestima, verborrea o sea hablar mucho aunado a esto hablar con una gran velocidad, no necesitas dormir pues te sientes con mucha energía, por lo que quizás duermes pero muy poco, falta de concentración, ideas de k a ti nada te puede hacer daño lo que puede provocar conductas temerarias por decir atravesar calles cuando ya vienen lo carros, en una azotea poner a hacer equilibrio.

Para ser diagnosticado ya como una persona de tipo ciclotímico estos síntomas deben alternarse o sea pasar de la depresión a la hipomanía y viceversa y mínimo 2 años de tener todos estos síntomas.
----------------------------------------- El cuento hace referencia
a que todo en esta vida es pasajero, transitorio, lo que llamamos bueno y lo que llamamos malo, los estados de ánimo cambian, todo cambia, con lo cual no conviene aferrarse a ninguno, por ello la inscripción en el anillo:"esto también pasará", para que recuerde que no conviene apegarse a ningún estado, a ninguna situación...