2014/01/14

Ultimamente no tengo mucho tiempo, ya se sabe que el final de curso es una época complicada para los estudiantes, y más aún si además de ser final de curso es final de carrera. Así que he descuidado un poco el blog, pero hoy he leido este texto que os copio, me ha gustado y me he sentido identificada, así que he pensado que podía ser una buena entrada. Espero que os guste.
SÍNDROME DE LOS VEINTITANTOS
Le llaman la “crisis del primer cuarto de vida”.
Te empiezas a dar cuenta que tu círculo de amigos es más pequeño que hace unos años atrás.
Te das cuenta de que cada vez es más difícil ver a tus amigos y coordinar horarios por diferentes cuestiones: trabajo, estudios, etc…
Y cada vez disfrutas más de esa cervecita que sirve como excusa para conversar un rato.
Las multitudes ya no son “tan divertidas”… incluso a veces te incomodan.
Y extrañas la comodidad del colegio, de los grupos, de sociabilizar con la misma
gente de forma constante.
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Pero te empiezas a dar cuenta que mientras algunos son verdaderos amigos otros no eran tan especiales después de todo. Entendiste que la amistad después de todo no se basa en el tiempo, sino en la calidad de la personas que tienes a tu lado.
Te empiezas a dar cuenta de que algunas personas son egoístas y que, a lo mejor, esos amigos que creías cercanos o que los conservas desde hace mucho tiempo, no son exactamente las mejores personas que has conocido y que hay más gente que te rodea, a quienes le debes poner mayor atención y verás quienes resultan ser amigos de los más importantes para ti.
Ríes con más ganas, pero lloras con menos lágrimas, y con más dolor.
Entendiste que el tiempo no sana las heridas, sino que alarga las agonías.
Aprendiste que las peleas son distintas a las discusiones y que las discusiones surgen en base al cariño y engrandecen las relaciones.

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