JAULAS DE ORO.

Hay historias que no deben ser contadas al milimetro, pero si algunas de sus pequeñas facetas para que los demas entiendan nuestra experiencia en ellas. Es cierto habemos mujeres que no queremos de los hombres ni su dinero, ni sus coches, ni mansiones, ni tener un cuento de princesas que no existe donde todo es perfecto. Que sus mejores regalos hacia nosotras son su atención, su tiempo y su amor. Pero hay relatos donde hay mucho amor aunque siempre con quejas, te dedican tiempo en jaulas de oro, porque no hay ganas de ir a donde tu quieres, donde los detalles son tan pocos que brillan por su ausencia, hasta llegar al punto de olvidarse solo de ti, en una fecha demasiado señalada, donde llegas a desear que tu pareja fuera como la de una amiga cualquiera. Donde te llegó a invadir tanto la soledad porque tu estabas para todo pero no había nadie para ayudarte a ti. Es cierto no me hace falta nada material de un hombre, tengo dos manos con las que mantenerme y complacer mis caprichos, tampoco a nadie le amarga un dulce, pero si me gustaria llegar a tener a mi lado a alguien que me de todo lo que me ha faltado hasta ahora, a uno que me haga sentir más especial aún, un guerrero que no me deje sola en las batallas, que me dibuje mil sonrisas en mi rostro e infinidad de corazones en el mar..