2019/11/05

Para la Estrella de mi Alba (mi papá)

Cuando partiste de este mundo, adopté la idea de que te convertiste en mi estrella, esa que desde entonces siento que solo brilla intensamente para mí.
La estrella que, con el atardecer es la que sale primero y la que es la última en despedirse, la que me espera por la mañanas antes de que el Sol salga, para decirme adiós… “Lucero de mí Alba”.
Hoy le pido al cielo, que te de permiso de bajar un momento. Y aunque sé muy bien que no podre verte, tengo la certeza de que podré sentirte en más de una manera:
La piel “chinita”, tus caricias, tus abrazos.
El viento despeinado mi pelo, tu mano en mi cabeza alborotándome el fleco.
Voces en el viento, “tus te amo y te quiero; y tal vez un cuídate y un pórtate bien, que te estoy observando desde el cielo”.
Por favor baja a verme o aparécete en mis sueños, que tengo tanto que decirte desde que no estás aquí. Que desde tu partida he cambiado demasiado y que debes estar orgulloso, porque gracias al amor y él cariño que me diste, soy la mujer en la que me convertí.
Y como siempre lo he dicho, no sé si existe un más allá, si hay vida después de la muerte o si existe un paraíso, pero te juro que a veces siento que tu cielo lo llevo aquí dentro de mi corazón.
Y es bonito pensar que al mirar las estrellas, estas brillan para acompañarnos en el camino que llamamos vida, y que alumbran nuestro sendero hasta que nos volvamos parte de esa misma constelación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario