Cuando comenzó el año me hice la promesa de arrepentirme menos y quererme más.
Me prometí no sentirme culpable por lo que los demás puedan pensar de mí.
Tomarme más tiempo para mí, para conocerme un poco más y darme algún capricho “porque me lo merezco”.
Este año me prometí aprender a saber decir adiós... A saber decir "No” y a no sentirme culpable por decirlo.
Me prometí aprender a decir más veces “gracias” por todo y sobre todo a sentirme agradecido por todo los que tengo, familia, amigos... y mi vida.
Este año me prometí aprender a estar ahí para quien esta para mí siempre...
¡Y os contaré que no voy mal con el aprendizaje!
Pero sabes lo que he aprendido y no tenía en mi lista, ¡que la paciencia es una virtud! y que los días difíciles suman doble, si has aprendido la lección...
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