¿A qué se viene a este mundo?... No lo sé y sin embargo intuyo que no tenemos una misión "especial", que somos parte de la naturaleza, como lo es el polvo estelar, somos necesarios o quizá sólo un accidente, uno de esos experimentos que se salen de control.
Tenía toda la agenda llena, itinerarios de veinticuatro horas por siete días, por si morir me toca en lunes, así ya habría hecho mis aburridos pero necesarios pendientes y me iría a la tumba con tranquilidad.
He escrito cada día sobre mi epitafio, lo que me gustaría que dijera, aunque ni siquiera sea yo quien pueda decidir, y eso me llena de desazón...¿Porqué?...de todas formas ya no podría ni reclamar.
No, no tengo una misión especial, ni espacial, ni me harán un homenaje al año de mi muerte, mucho menos levantarán un monumento en mi honor.
Lo único que tengo que hacer, es ser feliz y ¿cómo conseguirlo?, si sigo aquí, escribiendo en lugar de dormir, dejar de fumar...seguro que pronto me iré y mis horarios conmigo.
¿Pueden enterarme con mi agenda? Por si hay algo más allá de este plano, borrarla y comenzar desde cero.
Si me dieran a escoger al momento de reencarnar, quisiera ser una estrella, para así observar a quienes quiero y cuidar de ellos, como en los cuentos que leía de niña y disfrazaban a los seres difuntos, con un astro que dejaba estela.
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