Sí, soy una mujer intensa, porque no tengo ningún problema en expresar exactamente lo que pienso, lo que siento y lo hago de una manera apasionada. Me gusta seguir mi instinto y mi corazón. Nunca me ha importado lo que parezco, me importa lo que soy. Y soy como la vida, las esperanzas, las desilusiones, las alegrías y las emociones me han hecho. Sin reservas, ni hipocresías. Detesto las cosas a medias, porque conmigo es, todo o nada. Porque en ocasiones puedo ser muy cariñosa y, en otras, tremendamente ruda. Me gusta vivir al máximo sin privarme de nada por el simple miedo al qué dirán. La mayoría de la gente que me conoce dice que mi forma de ser es extraña, loca y algo exagerada, pero quizá el problema no está en mi intensidad, sino en el coraje que a ellos les falta para vivir y disfrutar la vida en todos sus matices. No todos aprecian y aman lo raro, lo extraño, lo intenso.No todos saben recibir amor a manos llenas
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