La perfección apesta, me repele.
Todas esas mujeres y hombres
que buscan la perfección
en los estereotipos creados
por la sociedad me hacen vomitar.
Putos maniquíes de carne,
sin personalidad o amor propio.
Misma ropa, misma música,
mismas expresiones,
mismos alimentos ,mismas cojidas,
mismos autos, mismas vidas al final.
Los mismos suicidios neuronales
en masa, porque vivir
como un autómata
es sin duda un suicidio.
Cuando todos son iguales...
todos son nadie.
La perfección es un pájaro enjaulado
que vive, come, caga
y muere con el solo propósito
de ser admirado.
Yo quiero vivir libre, desplumado,
frío, desnutrido pero libre.
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