Eres feliz. Has creado una familia. Tienes mil y un proyectos de futuro. Te sientes cómodo, has conseguido parte de tus sueños, la vida te está tratando bien.
Un día de cualquier mes, conoces a alguien. Risas, chistes, bromas. Ya no te acuerdas cuanto tiempo hace que no te hacían reír de esa manera y te gusta, tu vida era demasiado seria, disfrutas mucho de esos momentos.
Esperas todo el día para poder hablar con ella, a escondidas. No quieres romper todo lo construido, pero te mueres de ganas de que vuelva a llegar la hora prohibida.
Nadie sabe nada, solo vosotros dos.
Las conversaciones se van haciendo cada vez más largas, los cafés se os quedan cortos. Te falta tiempo.
Piensas: ¿ Me estoy enamorando ?. Pero no puedo tirarlo todo por la borda, tengo mi barco, no quiero naufragar.
Sientes que estás dentro de un difícil laberinto, no encuentras la puerta y te preguntas ¿ O no quiero ?
Valoras y pones una balanza donde no encuentras el equilibrio, se inclina demasiado a lo prohibido.
Te has enamorado y los sentimientos no se pueden matar, están ahí...
Tan vivos como tú desde que la conociste.
Continuará..
No hay comentarios:
Publicar un comentario