Ansiedad..

 Ansiedad.

No debe ser un estado de ánimo, pero muchos sabemos que es incontrolable.

La ansiedad no entiende de corazones fuertes, porque te anuda el estómago y te aprieta el pecho, sin piedad.

En ocasiones llega cuando no se le espera, y se acomoda como si hubiese sido la invitada de honor.

Y es ahí cuando te empeñas en taparla con una sonrisa, en ahogarla con un baño en el mar, o en cansarla con un largo paseo, pero ella sigue sin marcharse, erre que erre, sin sentir un ápice de lástima por ti.

Y sí, todos los días sale el sol, pero ella ahí está, haciendo que tiemble tu voz, que un hormigueo recorra tus manos, que tus piernas no paren quietas como si estuvieses bailando.

La ansiedad no tiene educación, es esa niña rebelde que se cuela en la fiesta sin invitación.

Te invade sin cortejo, se sienta en tu sofá y se mete en tu cama.

Ansiedad.

Infiel compañera.

Si te quedas, por lo menos, abrázame, fuerte.

Dame un poco de aire, aunque sea el justo para respirar, susúrrame al oído que esté tranquila, que te marcharás.

Y sobretodo, por favor, cierra la puerta al salir. 

Ansiedad. 

P.D.: Que tu valentía, tu amor propio y tu bienestar, siempre, estén por encima de todo, incluso de ese "que dirán" cuando abras tu corazón y tengas la fuerza suficiente para nombrarla, para asumirla, para reconocerla ..... Ansiedad.