Libertad en la sonrisa..

 Los hombres ya no se enamoran de las mujeres como yo

Al amor lo llamo por su nombre 

pero ya nunca contesta,

comprendo eso, también que no me amen,

nadie abraza tempestades como yo, 

les da miedo el caos de una mujer libre.

Sinceramente si fuera un hombre 

quizá temería a alguien como yo,

una mujer con mirada 

cambiante como la luna,

porque no todo es felicidad, 

a mí cualquier cosa entre estar bien

 y el placer me sirve.

Soy mujer de inviernos y primaveras 

en el corazón,

de amar a la antigua,

de pecados y errores al amar, 

porque todo cambia 

hasta los sentimientos.

De amar hasta que el amor se acabe, 

mujer que ama la música,

para ponerle melodías a mis emociones, 

mujer a la antigua 

pero con ideales actuales,

que ama trabajar,

al igual que los libros,

los bosques y las playas. 

Me gusta el sexo,

besar, coquetear,

los compromisos serios,

pero igual las cosas directas.

Pero es difícil amar una mujer como yo,

que ame de verdad, 

que sea fiel por qué le nace 

no por qué dirá la gente,

ya que de eso se trata el amor,

de buscar un compañero de vida,

no una carcel para mis sueños,

e ideales.

Así soy, 

una mujer con un alma tan inmensa, 

tan monstruosa,

que aún ausente se siente mi presencia,

mujer que le gustan los placeres, 

pero que mejor si son en nombre del amor. 

No tengo rencor de mis amores del pasado, 

no culpo que se hayan ido,

se muchos temen 

a una mujer independiente como yo,

sin miedos, 

con sueños en la sonrisa,

metas en la mirada, 

porque si algo quiero en la vida 

lo consigo yo. 

Una mujer que ame 

que le importe su pareja,

pero cualquiera se asusta 

de esas mujeres que somos 

infierno en el alma y cielo en la piel,

de libertades en la sonrisa y ser,

con seguridad en la mirada, 

en su caminar.

No los culpo si no me amaran, 

si no supiera amar, 

hasta yo huiría de una mujer como yo.