🌟 Nos enseñaron a bajar la voz y a no sobresalir demasiado. Nos dijeron que brillar podía ser arrogante, que mostrar nuestro talento podía ser presuntuoso. Pero callar lo que somos, lo que hacemos y lo que podemos aportar no es humildad. Es egoísmo.
📌 Tener un don y ocultarlo es robar. Es quitarle al mundo la posibilidad de aprender algo, de entender algo, de inspirarse con algo. Escondernos no nos protege, nos priva de impactar a los demás.
📌 El miedo al fracaso, al qué dirán, a no estar listas, es un exceso de pensamiento hacia nosotras mismas. Y la única manera de salir de ahí es dejar de enfocarnos en lo que podríamos perder y empezar a mirar todo lo que podemos alumbrar.
💡 Brillar no es sobre ti. Es sobre lo que puedes encender en los demás. Y si hay quienes no soportan la luz, que se busquen sombras donde esconderse.
🔥 Este es tu momento. Sal. Habla. Comparte. Inspira.
Nos enseñaron que la valentía es no sentir miedo.
Pero no.💜
La valentía es hablar aún cuando la voz tiembla.
Es decir lo que incomoda.
Es nombrar lo que nos quisieron hacer creer innombrable.
Es romper silencios que nunca fueron opción, sino imposición.
⚡ No nos callamos porque sabemos que el mundo solo cambia cuando alguien se atreve a hablar.
Si el miedo aparece, que nos encuentre alzando la voz.
Si el miedo insiste, que nos descubra luchando.
Si el miedo no se va, que nos vea avanzando.
Porque calladita no me veo.
Me veo cuando hablo. Me veo cuando existo. Me veo cuando soy libre. 💜✨
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