Cuando pasas por tu peor momento y estás solo(a)... algo dentro de ti cambia para siempre.
Aprendes que la gente viene y va.
Que las promesas se rompen.
Que la ayuda rara vez llega cuando realmente la necesitas.
Y cuando finalmente sales de ese infierno, te das cuenta de que ya no te importa quién se queda o quién se va...
Porque entendiste que
al final, la única persona que estará contigo en cada batalla, en cada caída, en cada momento oscuro; eres tú mismo(a)
Descubres que la dependencia emocional es una ilusión y que esperar que otros llenen tus vacíos es una pérdida de tiempo.
Cuando superas el peor dolor sin nadie a tu lado, te vuelves imparable.
Dejas de rogar por validación, dejas de buscar aceptación y comienzas a enfocarte en lo único que realmente importa: tu crecimiento, tu propósito, tu fortaleza.
Las personas que merecen estar en tu vida llegarán sin que tengas que pedirles que se queden y las que no, simplemente se irán, sin que eso afecte tu camino.
Así es como se forja un hombre o una mujer de verdad.
En la soledad, en la lucha, en el fuego de la adversidad.
Y cuando sales de ahí, sales con algo que nadie te puede quitar: una mentalidad inquebrantable. ✨💖🌻
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