A veces te das cuenta muy tarde que no solo las palabras causan un enorme daño, también el silencio al momento de tirarlo todo por la borda, en ese preciso instante las palabras son inmensamente necesarias, palabras en forma de un abrazo que impida que una puerta se cierre y mil heridas se abran.
En ocasiones destruimos una relación de años en cuestión de segundos, entramos en la eterna disputa de quién está más enamorada/o, se evidencian las roturas del alma y ante ello sino hay paciencia y comprensión de ambas partes no hay relación que se salve.
A veces esperas un "Quédate o aquí me quedo" mientras todo se derrumba, porque es en esos momentos en los cuales debemos reaccionar y buscar una solución o definitivamente poner un punto final a lo que no tiene salvación.
A veces tan solo jugamos a ser un poco más maduros y sin darnos cuenta no sabemos que hacer con la responsabilidad de cargar con los sentimientos de la persona que nos ama.
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