“Un día eche la vista atrás y me di cuenta de que el camino se mide por las veces que te levantas, no por las que te caes”.
De donde vengo hay más de lo que digo y callo, más de lo que se ve y dejo ver.
Del lugar de donde vengo traigo un sueño, uno solo... y algunas pesadillas.
De donde vengo me recuerda que soy polvo y al polvo voy, nada traje ni nada llevo.
No quiero para mi más de los que doy.
Vengo del dolor y del placer...
De donde vengo no ha más lecciones, ya fui llena de raspones y cicatrices, de caminos.
De donde vengo...voy en busca de la cura, de la felicidad , de la llave.
Vengo de ese lugar donde supe que somos afortunados...
De saber caminar y saber como hay que levantarme.
Tenemos suerte de mojarnos con la lluvia y después secarnos como si nada hubiera pasado.
De contar con esas personas que nos dedican su tiempo. Tenemos la suerte de coleccionar atardeceres, volar cuando queramos y hacernos un ovillo cuando lo necesitamos.
Afortunados somos...de respirar hondo cuando no podemos más y comprobar que sí, que todavía tenemos fuerzas.
La suerte de salir a la calle y decir ayer no creía en mi, pero hoy creo que soy invencible
. De donde vengo.... tuve que estar muerta para saber lo que es vivir.
Y...aunque a veces se nos olvide.
Tenemos suerte...
¿Verdad?
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