2024/01/26

Mujer se ahoga con sus propios hijos馃槳馃槳.

 

LA TERRIBLE HISTORIA DE LA FAMILIA DE UN KAMIKAZE


Aunque tambi茅n hubo un mucho de manipulaci贸n y miedo a ser tachados de cobardes, las historias de los kamikazes est谩n a caballo  entre el fanatismo y el honor, pero ninguna llega al extremo de la del piloto nip贸n Hajime Fujii y su esposa Fukuko.


Hajime Fujii


Hajime fue herido en un mano durante la guerra que enfrent贸 a Jap贸n y China en los a帽os 30. Fue llevado al hospital y all铆 le atendi贸 Fukuro, la enfermera que se convertir铆a en su esposa y con la que tendr铆a dos ni帽as: Kazuko y Chieko. Debido a la incapacidad que le produjeron las heridas sufridas en su mano izquierda, fue enviado a la Academia de la Fuerza A茅rea del Ej茅rcito Imperial Japon茅s donde, tras graduarse, fue nombrado instructor. Hajime se encarg贸 de formar a los futuros pilotos y, m谩s tarde, a los kamikazes, inculc谩ndoles un profundo sentido de lealtad y patriotismo. Para Hajime no era postureo, cre铆a en aquellos ideales y con frecuencia les dec铆a que morir铆a con ellos si pudiera. Y eso precisamente le hac铆a sentirse un hip贸crita. As铆 que, a pesar de que su esposa le pidi贸 que no lo hiciese, se ofreci贸 a su superior para formar parte del siguiente escuadr贸n suicida. En dos ocasiones rechazaron su solicitud por estar casado y tener hijos. Los kamikazes deb铆an ser solteros.

L贸gicamente, Fukuko se alegr贸 por ello… al principio. Con el paso de los d铆as, ve铆a como la frustraci贸n y el tormento convert铆an a su marido en un alma en pena, e incluso lleg贸 a sentirse la responsable de aquella situaci贸n. As铆 que, ataj贸 el problema tomando una decisi贸n terrible. La ma帽ana del 14 de diciembre de 1944, mientras su esposo estaba en la academia, Fukuko escribi贸 una carta a su esposo pidi茅ndole que cumpliese con su deber y que no se preocupase por su familia, lo esperar铆an. Se visti贸 con su mejor kimono y abandon贸 la casa con Kazuko (3 a帽os) y Chieko (1 a帽o). Se at贸 junto a sus hijas y se arroj贸 a las g茅lidas aguas del r铆o Arakawa.


Fukuko, Kazuko y Chieko


Ahora era 茅l el que se sent铆a culpable, ya s贸lo le quedaba hacer lo que su mujer le pidi贸.  Enterr贸 a su familia y le escribi贸 una carta a su hija mayor…


Es dolorosamente triste que junto con tu madre y tu hermana os sacrific谩steis por tu padre debido a mi ferviente deseo de dar la vida por nuestro pa铆s. […] Pap谩 estar谩 muy pronto con vosotras. En ese momento te abrazar茅 mientras duermes. Si Chieko llora, cu铆dala bien. […] Pap谩 realizar谩 una gran haza帽a en el campo de batalla y os la llevar谩 como regalo.

Que locura verdad? 

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