Solo te dejo ver lo que quiero, por ejemplo me crees derrotada, cuando yo ando haciendo mi próximo movimiento. Las mujeres como yo nunca se rinden, trabajan en silencio para aparecer con más fuerza, porque de mis heridas, de los malos momentos, y sobre todo de las malas vibras, he hecho en letras un arte llamado libertad, que pena, tú jamás sabrás de eso, estas tan presa en tus frustraciones, en tus complejos, que te hace falta mucho para ser libre, hay niveles querida, y aun no llegas al mío. Te estoy picando para ver si me atacas de frente o te sigues escondiendo en la madriguera donde la cutiembre destroza tu piel averaguada por los años, no te daba importancia, hasta que me despertaste la jugadora innata que llevo por dentro, y te aseguro que no saldré perdiendo, me cansé de verte tratando de llamar mi atención, hubiera querido que no lo hicieras, no sabes al monstruo que has despertado, quizás un congelamiento te enfríe un poco la ignorancia, entonces serás una rata mojada que mataré en una jaula, ya lo he hecho antes sin arrepentimiento, y me declaro inocente, porque solo ataco en legítima defensa.
Siempre me atacarán por la espalda, porque de frente nunca podrán. La cobardía es la aliada de los que siempre viven fingiendo, y yo soy rara, asocial, pero auténtica, por eso siempre me van a querer dañar el caminado, pero eso no me detiene, aprendi a caminar entre ratas desde niña.
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