En lo más hondo.

 He perdido la cuenta de las veces que me han llamado zorra... Y es que estoy hasta las narices de los tópicos machistas y de los prejuicios de alguna acomplejada.

Sí! Soy una zorra porque me gusta la noche.

Sí! Soy una zorra porque soy un animal de sangre caliente.

Si me lío con un tío, soy una zorra.

Si no tengo complejo de mi cuerpo y me pongo lo que quiero... soy un zorrón.

Si me maquillo para ir a trabajar, soy una zorra... y así en un continuo y tóxico vocabulario solo por ser mujer y saber lo que quiero.

Zorra sí! Y a tí qué te importa!