Hay personas que son verdaderos sumideros de energía. Aquellas que ven un pero en todo, y seguramente tengan razón en algún momento, pero ¡joder! Su negatividad es contagiosa y hace que te plantees si realmente tienen razón.
Cuentas que tienes una nueva ilusión por algo, un proyecto, un viaje, ir a comer a cierto lugar... Y siempre añaden: seguro que pillas atasco, te van a clavar, a mí me robaron allí, es muy difícil que salga bien....
¡Vale! Pueden pasar todas esas cosas, pero también puedo disfrutar del camino, puedo reírme por la situación, puedo descubrir lugares maravillosos e incluso puedo darme de bruces con una realidad que no sabía que existía... Pero si tiene que ser así, que sea. Ya me levantaré.
Sus comentarios no son para ayudar, son negativos, arruinan cualquier ilusión y a menudo.
Además de poner un pero a todo, tienen el victimismo muy arraigado: todo me pasa a mí, tengo muy mala suerte, a mí todo me sale mal... Y paradójicamente la culpa es de los demás y ellos no tienen responsabilidad ninguna.
Me intento alejar de esas personas, me cansan, me aburren, me dan mal rollo... ¡Lo siento! bastante tengo ya como para cargar con sus malas vibraciones.
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