Historias de San Valentín..

 —Buenos días, me han dicho que San Valentín vive en este portal. ¿Podría decirme en qué piso?

—Buenos días, ¿San Valentín, dice? Hace tiempo que se mudó al pueblo de al lado.

—Vaya, gracias de todos modos.

Y vuelvo al coche decidido a encontrarlo. Hago unos cuantos kilómetros y me detengo en la gasolinera del pueblo.

—Hola, disculpe, me han dicho que San Valentín vive en este pueblo.

—Ah, el viejo San Valentín, es un buen hombre. Pero nos dejó la primavera pasada. Dijeron que se marchó a la ciudad.

—Gracias.

De vuelta a la carretera, enciendo la radio del coche y escucho el boletín de noticias.

—Hoy tenemos que darles una triste noticia. Esta madrugada han hallado el cadáver de un hombre en un banco junto al río. Todo parece indicar que murió mientras descansaba del paseo que daba cada tarde. Las autoridades han informado de que se trata de San Valentín.

Detengo el coche en el arcén con brusquedad, el corazón me late a mil y las manos me tiemblan. Agacho la cabeza abatido.

Tenía que pasar un tiempo de prueba con él, aprendiendo su sabiduría para emparejar a las personas, entendiendo cómo escogerlas y cómo acercarlas. Ahora tendré que improvisar.

Soy un San Valentín novato, me equivoco demasiado, no acierto casi nunca, las parejas no duran. Y encima estoy encerrado en un dispositivo, manejado por mentes informáticas, sin sentimientos.

—¿Entiendes ahora por qué no encuentras a tu medio pomelo? Porque San Valentin es un melón que no entiende de frutas.