Dejé de ser normal cuando la normalidad vació corazones.
Siempre había caminado por tierras marcadas, sin curvas y con normas propias.
De repente los Reyes Magos dejaron de existir, el Ratoncito Pérez se convirtió en una fábula y descubrí que lo normal, solo era un invento de los padres.
En ese momento corrí, sin parar, corrí mucho, entre curvas, caminos de piedras y montañas rusas, corrí sin mirar atrás, respirando a pleno pulmón este presente que tengo a mis pies y sin esperar nada de ese futuro que estaría por llegar.
Corrí y paré cuando quise, porque a veces también es necesario parar, para poder seguir.
Respirar para poder vivir.
Vivir para poder ser.
Y fuí.
Y soy todo aquello que lo normal no me permitía, soy todo aquello que quise, que quiero ser.
Porque,
Quién marca las normas ?
Yo te lo digo:
TÚ MISMA
Y mis normas solo entienden de corazones llenos, por eso, y nada más que por eso ....
Dejé de ser normal cuando la normalidad vació corazones.
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