Silvester stalone era un hombre que no tenía dinero y creía que podía ser buen actor, pero nadie creía en él, así que alternaba trabajos de mierda con los que ni siquiera podía pagar el alquiler. Tuvo que vender a su perro para poder pagarlo. Por aquel entonces, escribió el mismo el guión de Rocky 1 y se lo presentó a un productor, que le dijo que le compraba su guion por 250.000 dólares, con la condición de que él no actuara en la película como protagonista (era algo que Stalone había pedido como requisito). Stalone rechazó la propuesta. Siguió presentando ese guion hasta que una productora se interesó por él de nuevo y, aunque con un presupuesto muy bajo, convino con Stalone rodar Rocky 1 con él como protagonista.
La historia ya es conocida. La película triunfó y el protagonista se hizo millonario, pero hay algo que casi nadie conoce de Silvester Stalone y fue que lo primero que hizo con el dinero que ganó, fue volver a por su perro. El nuevo dueño le dijo que ahora valía 15.000 dólares, pues sabía que él ya era famoso y contaba con ese dinero, así que, ¿sabéis qué hizo Silvester Stalone? ¿Creéis que se compró otro perro?
Le pagó el dinero y se llevó a su jodido perro, no se compró otro a la primera de cambio, porque él quería a su perro. Y demostró que si de verdad crees en ti, eres el primero que te das lo que te mereces. Y demostró que si de verdad te importa tu perro, aunque la vida te lo ponga muy difícil, claro que haces lo que sea por sobrevivir, pero en cuanto tienes la oportunidad vuelves a por lo que amas y lo recuperas cueste lo que cueste, no te compras otro puto perro, ¿sabéis por qué? porque en realidad, ese perro sigue siendo tuyo porque de verdad lo amas. Y lo amas de verdad porque, como a tus sueños, aunque parezcan imposibles, en realidad jamás lo has abandonado.
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