Mantener el equilibrio.

 Las personas somos tan simples en algunos aspectos de nuestra naturaleza y a la vez tan complejas para darnos cuenta de muchas cosas. A veces llevamos a cuestas mochilas de gran peso y nos centramos tanto en nuestros pensamientos y preocupaciones, que nos ocupan la mayor parte del tiempo de nuestro día, vivimos constantemente en nuestras jaulas mentales y a la vez nos ofuscamos por el rápido paso del reloj buscando la felicidad. No entendemos que esta la tenemos en las manos, o delante de nuestros ojos y no la disfrutamos. Lo vemos cuando nos vienen los momentos difíciles de cuan afortunados eramos cuando reinaba para nosotros la tranquilidad y la paz. Valoremos una tarde con amigos, los mimos de tus hijos, una charla con los padres, risas con hermanos, esa es la felicidad, el tener aún lo que de verdad importa, el resto va y viene, son etapas. Crea tu mundo con raices solidas, para que cuando se tambalee sepas mantener el equilibrio y no te impida ver lo verdaderamente importante en tu

vida.