Junio hueles a sol, a aftersun, a mar, a salitre.
Hueles a despedidas pero también a encuentros.
Hueles a puestas de sol que te dejan sin aliento.
A noches que acaban en amaneceres, a fiestas de aquí y de allá. A nuevos amigos, a nuevos rincones por descubrir. A nuevas aventuras, a noches imborrables y a increíbles historias. Hueles a campings, a hoteles, a locuras improvisadas.
Hueles a café, a cafés con hielo.
Hueles a gazpacho, a sangría...
Hueles a amores de verano y también a desamores.
A largas tardes, a horas de luz, a tormentas repentinas y a carreras por la playa para evitar ese chaparrón, de agua mas bien caliente.
Junio como me gustas, primeros tonos de bronceado, primeros helados, primeros baños, de esos que te cortan la respiración cuando llegan al monte de Venus.
Junio, me gustas tú y los meses que te siguen, esos en los que no miras el reloj, no importa la hora, comes cuando hay hambre, dejas la playa cuando te has aburrido de tanto sol, haces y deshaces maletas, y así cada día, para eso son las vacaciones, para disfrutar todos y cada uno de los días.
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