Lo que cansa, de verdad, es que solo te busquen por necesidad, por egoísmo. Esas personas que desaparecen de la noche a la mañana. Con las que terminas por entender que para ellos solo eres un número más en su agenda de teléfono, a no ser, que necesiten algo… entonces se acuerdan de ti.
Son esas personas a las que les da igual quedarse, que irse de tu vida. Porque en realidad lo único importante son ellos.
Llevan tatuado a fuego ese “Yo debo ser feliz” el cual hemos asumido que esta bien. Ese pase, lo que pasa, lo importante “Soy yo” Aunque tengan que pisar, arrastrar, mentir, usar o manipular. Pero esas personas tienen un ego tan grande, como su falta de empatía.
Y entre tanto y tanto, te das cuenta de que la vida también es como una red social, si te fijas demasiado, ves basura, anuncios baratos vendiendo amistad. Gente que solo posturea y presume de lo que no tienen, ni tendrá. Cariño la moralidad, la honestidad, la lealtad no se compra en Vinted.
Y justifican su actitud de mierda con un “he tenido una vida difícil” o un “yo soy así”
Pero también como en las redes sociales, en la vida existen personas que merecen la pena. Qué saben pedir perdón, que saben llamarte si te extrañan, que intentan solucionar los problemas… “que entienden de responsabilidad emocional”
Espóiler: Al final, el tiempo coloca a cada persona donde de estar, en tu presente o en tu pasado… pero lo de to es que tú terminas sanando, y sí, vuelves a sonreír.
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