EL VIAJE..

 

No sé cuando emprendí mi viaje, no recuerdo si fue una mañana al despertar, si fue en la media tarde de un día o tal vez fue una noche al irme a dormir, poco a poco al entrar al mundo de los sueños.

No sé cuando me fui, pero si sé que un día tomé el camino, poco más que una vereda, estrecha y sinuosa y mis pasos me llevaron fuera de allí. 

En mi camino me encontré con personas buenas, otras menos buenas, incluso malas personas, pero también me encontré personas excepcionales y con esas me quedo, es lo importante.

A veces recuerdo que me sentí muy sola, era tanta la soledad, que me vi como El Principito, escuchando mi propio eco. Fue infinita la soledad, pero de todo se aprende, y en el silencio es sabido, se encuentran las mejores respuestas, y yo sin duda las encontré. 

Pasaron días en los que a veces me tocó subir empinadas cuestas, montañas de las que de súbito descendías sin percatarte hasta simas profundas, de las que costaba realmente mucho salir. Pero soy perseverante, soy esa gota que cava la roca como si no tuviese otro fin. 

A veces viajar no es solo hacer Kilómetros, no es andar caminos de tierra, no es cruzar asfaltos… A veces viajar es salir de tu mundo interior y viajar a otros mundos, prestar atención a los ruidos de otras gentes, aprender otros ritos, desprenderse de tabúes y aceptar que no todos podemos pensar igual y enriquecerte con él idioma que cantan otros corazones, con la música que suena distinta a la que tu compones, y disfrutarla como el regalo que es.

Cuando buscas en tu interior sabes que todo cuanto eres, es tu origen, de donde vienes, donde se forjó tu espíritu y no puedes más que dar las gracias por todas las enseñanzas, por todos los valores y por todo el amor que recibiste sin ser totalmente consciente en tu niñez.

Si emprendes el camino, que siempre sea para SENTIR.

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