Cuando logremos entender que no somos de nadie, que no pertenecemos a nadie, pero que llevamos en nosotros un poco de aquellos que nos quieren, que apuestan por nosotros, que día a día nos demuestra su afecto.
Cuando logremos entender que la locura y el desorden son parte de la vida y del amor. Que el amor no es perfecto y nosotros somos imperfectamente perfectos
Cuando logremos entender que hacerse mayor no implica ser aburrido o aburrida, que hacerse mayor es el mayor privilegio que la vida nos puede regalar.
Cuando aprovechemos cada instante como si fuera único. Vivamos el momento y nos demos cuenta que lo importante es el ahora y nunca es tarde para empezar.
Cuando veamos la amistad como un regalo, el amor nos traiga libertad y alas para volar. Cuando nos demos cuenta que algunas amistades pueden nacer de un silencio compartido que es capaz de crear un respeto mutuo.
Cuando caigas una y otra vez y veas que no pasa nada. Cuando tropieces y aprendas a vivir con tus cicatrices. Cuando te des cuenta de que más alto que nosotros solo está el cielo.
Cuando confíes en tus posibilidades, en tu capacidad y te brindes una oportunidad… entonces y solo entonces te darás cuenta de que ser feliz, no es tan complicado como parece.
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