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 Las momias encontradas en el desierto de Atacama en Chile son conocidas como las momias Chinchorro y son consideradas las más antiguas del mundo. 

Se cree que la cultura Chinchorro, que habitó el desierto de Atacama, llevó a cabo los primeros casos de momificación artificial en la historia, hace más de 7,000 años. 

Esto es al menos 2,000 años antes que las momias egipcias.

Los cuerpos fueron sometidos a sofisticadas técnicas de momificación. Por ejemplo, se documenta un segundo tipo de momias, las conocidas como “momias rojas”, desde 2500 a.C. El interior se rellenaba con cenizas, plumas, hierbas, tierra… Luego se incorporaba la cabeza, que había sido separada para secarla y rellenarla, y con una pasta se reemplazaba la carne de la cara, que una vez modelada se recubría con la propia piel del rostro del difunto.

Estas momias fueron descubiertas en 1917, cerca de la playa de Chinchorro, en el desierto de Atacama. 

Sin embargo, no fue hasta 1983, durante unas obras en un promontorio conocido como el Morro, cuando se descubrió un cementerio repleto de cuerpos que parecía muy antiguo. 

Los resultados de la datación por Carbono 14 revelaron que los cuerpos tenían una antigüedad promedio de unos siete mil años, lo que las convertía en las momias más antiguas del mundo.

Las momias Chinchorro de Chile, son las más antiguas del mundo, ahora son patrimonio de la humanidad. 

La UNESCO reconoció que la cultura Chinchorro momificaba sus muertos dos mil años antes que los egipcios. 

Así inmortalizaron a muchos miembros de la comunidad que morían prematuramente, intoxicados por el arsénico del agua