Y al final un@ aprende.
Aprende a base de desencanto.
Aprende a no acudir donde no se le espera con impaciencia.
Aprende a no aparecer donde cuando llegas los demás invitados a la fiesta ya se han ido, porqué a ti te informaron tarde.
Uno aprende cuando siente que su cariño no es bien recibido, o si acaso, como si fuese una bebida tibia o un refresco sin gases.
Uno aprende que no es el espacio que te dedican, sino la intensidad y la ilusión con que se vive, convirtiendo las horas en minutos, robándole tiempo al tiempo.
Y uno aprende, aprende a recoger la casa, a dejar todo en su sitio, a salir con tan sólo una chaqueta y a guardar en el corazón los mejores momentos
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