SOLEDAD..

A veces la soledad te visita, como ese amigo inoportuno al que tienes que atender. Es persistente, se queda, se acomoda, no te da margen ni excusa para hacer que se marche. Te habla, pausado...no quiere alterar tú vida, prefiere quedarse en silencio si es necesario, para así de eso modo pasar desapercibida... pero te envuelve en sus brazos y te deja hablarle bajito... solo asiente… tienes razón, te dice, no te preocupes, siempre estaré aquí...

Y así con esa suavidad, vas haciéndote parte de ella, ella parte de ti.

Protestas... ¡no es justo! ¿Por qué a mí?

La respuesta, dice... está en ti...

A veces se muestra esquiva, se disfraza y se solapa, se esconde tras las sonrisas más bonitas, tras las risas más fuertes, pero se asoma a los ojos. Puedes verla en medio del brillo de unos ojos que parecen radiantes... ahí está... no puede esconderse, es su punto débil.

Otras veces, la puedes encontrar  en medio de la fiesta, con todo el jolgorio, rodeada de personas, y sin embargo está más presente que nunca. La sensación de estar sola entre la multitud es a veces terrorífica, por que sabes que no puedes deshacerte de ella y gritas por dentro ... ¡Hasta cuando!!! 

Otras veces se acomoda en tu estómago, se hace un ovillo allí y poco a poco empieza a subir por tu esófago, hasta la garganta... entonces sientes que te ahogas, te falta aire...respiras hondo... ufff... ya pasó, pero no, solo te dejo respirar porque te necesita viva, es como un parásito que chupa de ti, te va dejando vacía... así, dulcemente sin grandes aspavientos, tan solo aferrándose...

Te acuna en sus brazos, te insta a dormir... relájate... estarás mejor y te dejas ir por esa melodía que suena en tu cabeza y que nadie más puede oír...

Aparece en las canciones, en tus temas preferidos, esos que están llenos de recuerdos, de nostalgia de unos sueños que ya no esperas realizar... de otro tiempo más feliz...

Conoce todas tus debilidades y acude presta en tus momentos bajos, con la falsa intención de hacerte sentir bien.

Cuál droga adictiva te hace poner distancia de la realidad y la tristeza y te crea un mundo ficticio donde solo habitas tú...

Mi soledad y yo nos hemos hecho amigas, hablamos de todo un poco, yo le permito que viva de mí, entre otras cosas, porqué no sé cómo pedirle que se vaya. Ella me acompaña y me consuela... me dice que soy fuerte, que siempre lo fui, me consuela y a la vez me miente, taimada y paciente me seduce zalamera, como el más dulce licor... Exige poco aparentemente y sin embargo es veneno silencioso que va matando el alma ...

P.D. Todos tenemos o hemos tenido momentos así.