2024/07/25

Suspiro ya nada es igual..

 Suspiro, ya nada es igual, sonrío. 

Los cambios nos dan miedo, sobretodo si nos sacan de la zona de confort, esa zona que vivimos sobrevalorando. 

Nos educaron para sentirnos culpables por romper la rutina, por no seguir a la mayoría o por no ser quien se espera que seamos. 

Nos enseñaron a hacer lo que “debemos”, aunque eso vaya en contra de lo que queremos. 

Nos marcaron el camino a seguir, se nos inculcó que debemos querer y aguantar, aunque eso implique no querer(nos) bien o, incluso, que no nos quieran de la forma que merecemos. 

Desde mi adolescencia pensé que era rebelde por no estar de acuerdo con muchas de las cosas que veía o escuchaba, por ir en contra de lo que se me inculcaba.

Y no, no era rebelde. Era. Sí, era un poco yo. 

A pesar de estar convencida que era quien quería ser y estaba donde quería estar, hoy, miro hacia atrás y me doy cuenta que andaba algo lejos de esa realidad. 

Me han hecho falta muchos amaneceres nublados para llegar hasta aquí.

Suspiro, ya nada es igual, sonrío.


Ya nada es igual, ni siquiera yo.


P.D.: Creo que estoy preparada para esta nueva versión.



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