Y a veces también me gusta el silencio.
Sentarme a solas a observar el mundo.
También a pesar de mi charlatanería, que dirían algunos… Jajaja, sé mantenerme al margen de todo, mirar alrededor y pensar en las ironías de la vida.
Esta vida nuestra donde a veces intentan hacerte malo lo bueno y al revés. Donde la palabra amigo esta sobrevalorada, y donde los sentimientos son a veces más bien instantes, a conveniencia y a momentos (los adecuados).
Que no siempre sé es bien recibido, aunque te digan que si.
Donde jurar amor, no cuesta más que un minuto y olvidar menos de un segundo. Amores efímeros, diría yo…
A veces sentarse a observar, es de lo más instructivo.
A veces sentarse a observar puede ser incluso, divertido 😉
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